Cada año, se conmemora el Día Mundial de la “Inclusión Social y Discriminación Cero”, este hito nos recuerda la importancia de promover entornos laborales inclusivos y libres de segregación y rechazo. Desde el Instituto de Seguridad Laboral es fundamental reflexionar sobre cómo podemos avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa, especialmente en el ámbito laboral.
La inclusión social en el lugar de trabajo promueve fomentar culturas organizacionales donde cada individuo sea valorado por sus habilidades y contribuciones, independientemente de su origen étnico, género, orientación sexual, edad o cualquier otra característica personal.
Es esencial reconocer que la discriminación puede manifestarse de diversas formas, ya sea a través de acciones directas o indirectas, como comentarios despectivos, exclusiones sutiles o decisiones de contratación y promoción sesgadas. En ese sentido, combatir la discriminación requiere un compromiso activo por parte de todos los miembros de la organización.
Una de las herramientas más poderosas para fomentar la inclusión es la educación y la sensibilización, a partir de promover espacios de conversación con los equipos sobre la importancia de la diversidad y la igualdad de oportunidades, ya que esto repercute en desafiar estereotipos y prejuicios arraigados y promueve una cultura de respeto y aceptación mutua.
Como Organismo Administrador de la Ley N° 16.744 sabemos que para promover la inclusión social y erradicar cualquier forma de discriminación en el ámbito laboral es crucial generar buenos ambientes laborales. La sensibilización y generar tanto políticas internas, como externas, respecto de esta materia es garantizar que las y los trabajadores, independientemente de su origen étnico, género, orientación sexual o cualquier otra característica, sean tratados con igualdad y respeto. Así, además, se promueven medidas concretas para garantizar la accesibilidad y la equidad en el ámbito laboral, fomentando un entorno laboral seguro, diverso y libre de discriminación.
El compromiso con la inclusión social y la eliminación de la discriminación no solo es una cuestión ética, sino también estratégica. El Estado debe seguir fomentando la diversidad ya que repercute en el quehacer diario de las instituciones. Con este desafío, se crean nuevos liderazgos, cada vez más horizontales, que abren espacios a la participación de sectores relegados, al tiempo que se les reconoce como agentes necesarios para el ejercicio democrático en la esfera laboral.
En este Día Mundial de la Inclusión Social y Discriminación Cero instamos a todas las empresas y organismos a redoblar sus esfuerzos para construir espacios laborales donde cada persona pueda sentirse valorada, respetada y valiosa para alcanzar su máximo potencial. Juntos podemos construir un futuro más justo e inclusivo para todos y todas.
Sección de Áreas Prioritarias.
Departamento de Atención de Usuarios.
