El 25 de noviembre es una fecha donde conmemoramos para reflexionar sobre una de las mayores problemáticas que enfrentamos como sociedad: la violencia contra las mujeres. En este día, diversas entidades públicas, privadas y organizaciones de la sociedad civil realizan acciones para prevenir este tipo de agresiones, tanto físicas como psicológicas.
El origen histórico de esta conmemoración se remonta a la lucha de las hermanas Mirabal, activistas políticas dominicanas que fueron asesinadas en 1960 por oponerse a la dictadura de Rafael Trujillo. A raíz de este suceso, la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 54/134, decidió recordar esta fecha, invitándonos a reflexionar sobre las distintas formas de maltrato que aún padecen las mujeres en muchas partes del mundo, incluida la violencia laboral.
Los lugares de trabajo deberían ser un espacio de respeto, dignidad y oportunidades para todas las personas. Sin embargo, para muchas mujeres, la violencia de género se manifiesta de diversas formas, como el acoso sexual, la discriminación, la violencia psicológica, física y económica. Este tipo de conductas no solo afectan su bienestar, sino que también limitan su desarrollo profesional y las oportunidades profesionales.
Según datos de la Dirección del Trabajo, entre 2021 y septiembre de 2022 se registraron un total de 2.827 denuncias de acoso laboral a nivel nacional. De estas, el 81% fueron interpuestas directamente por las personas trabajadoras, con un 36% de hombres y un 64% de mujeres. Las regiones con mayores porcentajes de denuncias fueron la Metropolitana (29,2%), seguida por Antofagasta (12,2%) y Valparaíso (10,2%).
Como Organismo Administrador Público de la Ley 16.744, nuestra misión es promover ambientes laborales seguros y saludables para todos los trabajadores y trabajadoras. De acuerdo con la Ley Karin (Ley 21.643, art. 1 y 2), en nuestra función como Administradores del Seguro Social contra Riesgos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, debemos llevar a cabo diversas acciones, entre las que se encuentra:
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- Brindar asistencia técnica para la creación e implementación del Protocolo de Prevención del Acoso Sexual, Laboral y Violencia en el Trabajo, así como también promover su sensibilización y difusión.
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- Apoyar a las entidades empleadoras que necesiten elaborar un Reglamento Interno de Higiene y Seguridad, con especial énfasis en el desarrollo de procedimientos para investigar el acoso sexual, laboral y la violencia en el trabajo, incluyendo las medidas de protección y las sanciones correspondientes.
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- Respaldar actividades de formación y sensibilización sobre los riesgos del acoso laboral, sexual y la violencia en el entorno de trabajo.
Como institución pública, en los últimos años hemos implementado diversos planes de mejora en nuestros procedimientos y resoluciones para incorporar la perspectiva de género. Estas iniciativas buscan identificar y eliminar las barreras presentes en nuestras políticas que generen desigualdad en el acceso a la seguridad laboral, así como evitar cualquier distinción de trato según el sexo de las personas usuarias. Para lograr esto, hemos trabajado con distintos departamentos del ISL, fomentando la inclusión de esta mirada en todos los procedimientos, lo que afecta tanto las políticas a quienes utilizan nuestras prestaciones, como los propios funcionarios y funcionarias que se desempeñan en este organismo público.
Desde el año pasado, también hemos incentivado a quienes trabajan en el ISL para participar en los cursos de género impartidos por el Servicio Civil y el Ministerio de la Mujer, a través de su programa “Prevenir”. Estas capacitaciones abordan temas como la prevención del acoso sexual, laboral u violencia en el trabajo, además de la identificación de brechas de género. Los cuales, están diseñados para promover una cultura organizacional que valore la equidad, la inclusión y la protección de todas las personas trabajadoras por igual.
A pesar de los avances sociales que hemos logrado en las últimas décadas, aún queda un largo camino por recorrer. Por ello, el rol de la sociedad es fundamental para garantizar que se implementen nuevas políticas que igualen las condiciones de trabajo y aseguren que nadie quede en desventaja.
Este día nos recuerda que la violencia de género no solo se da en las calles o en el hogar, sino también en el ámbito laboral. El realizar diversas acciones de sensibilización y capacitación adecuadas sobre violencia y acoso laboral, junto con las consecuencias que trae ese tipo de tratos, deben ser implementadas en estrategias nacionales integrales, con el fin de ser adoptadas por las entidades empleadoras, tanto públicas como privadas, para promover la salud y seguridad de las personas trabajadoras. Por ello, surgen normativas como Ley Karin que establece la obligación de las y los empleadores de implementar políticas y prácticas enfocadas en la prevención de riesgos psicosociales, además de fomentar iniciativas que favorezcan la salud mental y el bienestar de todos y todas.
Por la Sección de Áreas Prioritarias, Departamento de Atención de Usuarios.