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Desde el Instituto de Seguridad Laboral le recordamos que el comportamiento humano es una de las causas esenciales en la mayoría de los accidentes. El abuso de alcohol, consumo de drogas, estrés, fatiga, malestares emocionales y alteración del sueño, son elementos que perturban las funciones de alerta, coordinación y motricidad, generando accidentes. El trabajo en el hogar no está exento de esto, por lo que debemos emprender las acciones necesarias para prevenirlos. Para esto, tenemos varios factores de riesgo que debemos conocer y controlar.

Éste es una fuente de energía explosiva y emana mal olor en casos de fuga.

  • Revisar que estén en buen estado la cocina, calefón e instalaciones en general.
  • Eliminar corrientes de aire que pueden apagar las hornillas encendidas.
  • Abrir la puerta del horno antes de dar el gas.
  • Evitar la manipulación de dispositivos a gas, especialmente si se está fumando.
  • Efectuar instalaciones y reparaciones sólo por especialistas.
  • Solicitar mantenciones anuales a cargo de personal técnico autorizado por la SEC (Superintendencia de Electricidad y Combustibles).
  • Utilizar mangueras de seguridad con la longitud necesaria.
  • Cerrar las llaves de paso antes de salir de casa.
  • Verificar que el tubo del calefón tenga protección aérea.
  • Evitar el uso de fósforos, luz eléctrica, encendedores, o cualquier cosa que pueda provocar una chispa, generando una explosión por gas acumulado.
  • Abrir inmediatamente puertas y ventanas, para ventilar el lugar.
  • Cortar el suministro de gas desde la válvula.
  • Despejar salidas y vías de escape, por si es necesaria una evacuación.
  • Mantener distancia de ventanas y vidrios, debido al riesgo de explosión.

En este caso, los principales riesgos son: choque eléctrico, electrocución, quemaduras, explosiones e incendio.

  • Supervisar todo el tiempo el funcionamiento de los dispositivos eléctricos.
  • Retirar siempre paños o papeles que se encuentren cubriendo lámparas. 
  • Acomodar pantallas de lámparas para que no hagan contacto con las ampolletas.
  • Evitar secar ropa sobre aparatos eléctricos.
  • Mantener la ventilación en los dispositivos, sin cubrir las ranuras para la circulación del aire.
  • Utilizar correctamente los enchufes, evitando sobrecargar las tomas de corriente.
  • Prohibir a menores de edad que manipulen aparatos eléctricos, interruptores y enchufes.
  • Revisar permanentemente el buen estado de los electrodomésticos que vaya a utilizar.
  • Verificar el buen estado de las cables y extensiones eléctricas antes de usarlas.
  • Procurar que todas las instalaciones sean realizadas por personal autorizado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).

Para esto se suelen utilizar aparatos como estufas, calefactores o chimeneas, con los que se deben tomar algunos cuidados.

  • Instalar lejos de elementos inflamables, zonas de tránsito o corrientes de aire.
  • Apagar antes de agregar combustible, nunca hacerlo con el dispositivo encendido.
  • Cuidar y controlar de las chispas o llamas que emanan del aparato.
  • Mantener espacios ventilados para evitar la acumulación de gases.
  • Supervisar siempre el funcionamiento de estos aparatos, nunca dejar encendidos mientras se duerme o cuando la casa está vacía.

Es necesario tomar las medidas necesarias para prevenir la contaminación de alimentos, garantizando la salubridad de los productos que serán consumidos. Existen tres tipos de contaminaciones en los alimentos:

  • Contaminación Física: Elementos extraños que se mezclan con el alimento en cualquiera de sus etapas de preparación (trozos de vidrio, pedazos de metal etc.).
  • Contaminación química: Exposición del alimento a elementos tales como. plaguicidas, fertilizantes u otras sustancias similares.
  • Contaminación Biológica: Gran cantidad de microorganismos que producen alteraciones o problemas en el alimento. 

Fuentes de contaminación:

  • Aire: Los organismos llegan de forma accidental a los alimentos, siendo trasladados por los movimientos del aire.
  • Suelo: En este lugar habita la mayor variedad de microorganismos, generalmente en esporas.
  • Animales: Poseen una gran flora microbiana en la piel y el aparato gastrointestinal.

Mecanismos de contaminación:

  • Contaminación de origen: Aquella que viene contenida en el alimento.
  • Contaminación Cruzada: transferencia de bacterias hacia un alimento y se puede dar de tres maneras:
    1. De comida a comida: Por bacterias de otros alimentos. Especialmente, si las comidas crudas (pollo o verduras, por ejemplo) tienen contacto con las cocidas durante la elaboración.
    2. De persona a comida: Acá la fuente es una persona, para esto se hace necesario un especial cuidado en el lavado de manos y en los mecanismos preventivos aplicados.
    3. De equipos o utensilios a la comida: Los elementos que utiliza en la cocina pueden estar contaminados y transferir esto a los alimentos.
  • Contaminación Humana: Esta hace referencia a la persona que manipula los alimentos y las medidas de higiene que implementa.

Están presentes en toda la operación de los alimentos: cocción, armado de platos, almacenamiento y, la más riesgosa, el proceso de descongelación, sin control de temperatura o tiempo.

Almacenamiento 

Deben quedar separados del piso en un lugar fresco, seco y con paredes para protegerlos y aislarlos de la humedad, insectos y roedores. Además, se deben guardar lejos de productos químicos, gas, insecticidas, detergentes, etc.

Basura

Mantenerla alejada del lugar de preparación de los alimentos, guardandola en el interior de bolsas de basura y en contenedores con tapa, procurando que no se acumule por mucho tiempo para evitar que los desechos atraigan moscas y roedores.

Deseche los alimentos que se hayan dejado a temperatura ambiente por más de 2 horas (1 hora si la temperatura está por encima de una temperatura superior a 33 ºC).

Microorganismos 

Estos están presentes en todo nuestro ambiente (agua, suelo, aire, etc.), en personas y en otros seres vivos, como plantas o animales. Los más comunes son:

  1. Escherichia coli.
  2. Salmonella SPP.
  3. Staphilococus aureus.
  4. Clostridium.
  5. Bacilus cereus.
  6. Shigela.

Higiene básica para la manipulación de alimentos

Personal

  • Lavar constantemente las manos, usando agua y jabón.
  • Evitar preparar alimentos cuando tenga tos, catarro, diarrea, heridas en las manos o infecciones en la piel. 
  • Prohibir estornudar, tocarse el cabello o la cara, toser o limpiarse el sudor cerca de la comida.

Del sitio

  • Limpiar piso, paredes y mesas de la cocina, constantemente, para que no aparezcan telarañas o nidos de insectos. 
  • Desinfectar las mesas con agua y jabón, antes y después de realizada la tarea. 
  • Evitar que los animales domésticos ingresen al sitio donde se preparan los alimentos.

Utensilios y recipientes

  • Lavar con agua y jabón los utensilios de la cocina como ollas, sartenes, cucharas, etc, antes y después de usar. 
  • Utilizar trapos o paños limpios para no contaminar los utensilios. 
  • Guardar recipientes y utensilios boca abajo, bien tapados, con un paño limpio para protegerlos del polvo y los insectos.

Platos y cubiertos

  • Dejar tapados sobre la mesa para protegerlos del polvo y los insectos.
  • Evitar que los niños y niñas jueguen con ellos o los tiren al piso.

Alimentos

  • Retirar las partes dañadas, podridas, o comidas por insectos. 
  • Lavar bien los alimentos antes de cocinarlos, especialmente si serán consumidos crudos. 
  • Usar abundante agua para lavarlos, a veces se aplica un poco de jabón para eliminar la tierra, impurezas, microbios, residuos de insecticidas o fertilizantes. 
  • Apartar los alimentos crudos de los cocidos para que no haya contaminación cruzada. 
  • Congelar envolviendo herméticamente las carnes, aves y pescados para mantener la calidad y prevenir que los jugos contaminen otros alimentos. 
  • Lavar hortalizas, como lechugas o repollo, hoja por hoja. 
  • Trasladar tapados los alimentos preparados para protegerlos del polvo y los insectos.

Lesiones producidas por el contacto de la piel con elementos a temperaturas extremas, de calor o frío, por energía térmica, eléctrica, química o electromagnética. Y se pueden producir por:

  • Manipular de forma incorrecta las cocinas, hornos y freidoras.
  • Cocinar en lugares estrechos y pequeños.
  • Recalentar el aceite de cocina.
  • Encender la cocina con mecheros o papel.
  • Utilizar guantes de goma o quirúrgicos en la cocina.
  • Ubicar ollas y sartenes en una posición estable sobre la cocina.
  • Usar guantes resistentes a altas temperaturas para tomar objetos calientes o retirar las bandejas del horno.
  • Cuidar que mangos de sartenes y ollas no queden expuestos a altas temperaturas. Estos deben estar ubicados hacia el interior de la cocina, para que no puedan ser pasados a llevar.
  • Procurar no dejar cucharas u otros utensilios dentro de recipientes con comida caliente.
  • Planchar sobre superficies estables y siempre poniendo atención al cable de este aparato.
  • Evitar el uso de guateros con agua caliente para calefaccionarse.

En a las quemaduras, estos se deben centrar en cuidar la zona lesionada de contaminaciones y dolor, para esto se recomienda: 

  • Aplicar bolsas de hielo o sumergir en agua helada la zona afectada para disminuir el dolor.
  • Cubrir la zona con un apósito grueso para evitar la contaminación. 
  • Evitar la utilización de pomadas o ungüentos.
  • Buscar atención médica inmediatamente. 

En quemaduras químicas: 

  • Lavar inmediata y profusamente la zona afectada para diluir al máximo la sustancia corrosiva.

En quemaduras eléctricas: 

  • Tratar como una quemadura por fuego
  • Evaluar posibles lesiones cardiacas o nerviosas en un centro hospitalario.

Éstas ocurren cuando un objeto u obstáculo impide la respiración, obstruyendo la garganta o tráquea. Pueden ocurrir por ahogamiento, envenenamiento por gases, sobredosis de narcóticos, electrocución, obstrucción de vías respiratorias por cuerpos extraños, y estrangulación. Para evitar un daño cerebral irreparable al detenerse la oxigenación, se debe instaurar inmediatamente algún tipo de respiración artificial.

  • Prohibir que niñas y niños pequeños jueguen y manipulen objetos pequeños o que puedan desarmarse en piezas pequeñas.
  • Utilizar ropa que imposibilite el estrangulamiento.
  • Impedir el uso de bufandas demasiado largas en niñas y niños pequeños.
  • Evitar dejar recipientes con agua cerca de los niños o niñas.
  • Procurar  que piscinas, estanques, pozos, cisternas, lavaderos y cursos de agua tengan cierres, separaciones o redes para dificultar el acceso.
  • Acompañar en todo momento a las niñas y niños pequeños cuando están en la bañera.
  • Evite que los/as niños/as jueguen con bolsas de plástico.
  • Revisar y retirar cualquier cuerpo extraño que obstruya las vías respiratorias.
  • Realizar respiración artificial, soplando aire a presión por la boca de la víctima para llenarle los pulmones. 
  • Inclinar la cabeza de la víctima para evitar que la caída de la lengua obstruya la laringe. Debe levantar el cuello con una mano en la nuca y empujar la frente hacia atrás con la otra mano.
  • Cerrar los orificios nasales, haciendo una pinza con los dedos.
  • Inspirar profundamente y posicionar la boca sobre la boca de la víctima.
  • Soplar con fuerza hasta levantar el tórax y después retirar la boca.
  • Repetir unas 12 veces por minuto en caso de adultos y 20 veces en niños.

Si las vías respiratorias no están despejadas, debe comprobarse la posición de la cabeza de la víctima. Si todavía no se consigue permeabilidad, se debe rotar el cuerpo poniéndolo de lado y golpear entre los omóplatos para desatascar los bronquios. Después se vuelve a la respiración boca a boca. Si todavía no se consigue, se realiza la maniobra de Heimlich.

Maniobra de Heimlich:

Es una técnica desarrollada para tratar los casos de asfixia, también se conoce como el “abrazo de oso”, y consiste en la aplicación súbita de una presión sobre el abdomen de la persona afectada. El aumento de presión abdominal comprime el diafragma, éste a los pulmones, haciendo que se expulse aire a alta velocidad y presión, despejando las vías respiratorias. Para realizarla debe situarse detrás de la persona afectada, rodeando la cintura con los brazos y entrelazando las manos entre el ombligo y la caja torácica. Debe presionar fuerte y de forma brusca hacia atrás y hacia arriba. Si la persona afectada está en posición horizontal, debe presionar sobre el abdomen con la mano. Evite presionar sobre las costillas, ya que puede causar fracturas, especialmente en menores de edad o personas mayores. Una vez iniciada la respiración artificial no debe suspenderse hasta que la persona afectada vuelva a respirar por sí misma.

Son trastornos provocados por la ingesta o inhalación de una sustancia tóxica, alimento en mal estado, envenenamiento, etc.

  • Comer sólo alimentos en buen estado de conservación (refrigeración), jamás coma algo que le despierte dudas al respecto.
  • Preparar alimentos siguiendo las medidas básicas de higiene.
  • Evitar comer hongos si no tiene la seguridad de que sean comestibles.
  • Verificar la fecha de vencimiento de alimentos y medicamentos, y no consumirlos después de la fecha indicada.
  • Consumir sólo medicamentos que han sido recetados, evitando la automedicación.
  • Mantener los productos en los envases originales, procurando no realizar cambios innecesarios.
  • Ubicar y guardar medicamentos fuera del alcance de niños y niñas.
  • Ingerir sólo productos que conozca el contenido, nunca consuma algo que no está viendo (a oscuras).
  • Detener consumo de cualquier alimento o medicamento si provoca vómito, mareos o dolor abdominal.
  • Almacenar alimentos y medicamentos lejos de sustancias tóxicas como cloro o insecticida.
  • Manipular pinturas o disolvente en lugares bien ventilados.
  • Tratar de no permanecer en habitaciones rociadas con insecticidas y nunca aplicar estos químicos sobre alimentos y utensilios.
  • Identificar el elemento tóxico, preguntando a la víctima o buscando indicios como envases vacíos, los cuales suelen mencionar la lista de antídotos en su etiqueta. Las quemaduras, manchas u olor característico, también pueden servir para identificarlo.
  • Diluir la sustancia tóxica haciendo beber a la víctima una gran cantidad de leche, agua o ambas. Esto retrasa la absorción y difusión del veneno a los órganos vitales.
  • Inducir el vómito para eliminar la mayor cantidad posible del tóxico antes de que se absorba. Exceptuando los casos cuando el veneno es un ácido corrosivo (clorhídrico, nítrico, sulfúrico), una base fuerte (soda cáustica) o amoníaco, no se debe hacer porque puede dañar más aún los tejidos de la boca, la faringe y el esófago. Para intoxicaciones por ácidos se puede utilizar como antídoto una base débil, como la magnesia o el bicarbonato de sodio.

Son accidentes muy frecuentes en el hogar.

  • Recoger de inmediato los restos de botellas, vasos o ventanas rotas.
  • Dejar agujas y alfileres en un lugar seguro y fuera del alcance de los niños y niñas.
  • Manejar utensilios de corte y rallado con las manos secas y sin residuos grasos para que no se resbalen.
  • Desechar utensilios de cocina con bordes filosos.
  • Guardar cuchillos con el filo en el fondo del cajón.
  • Utilizar las tijeras y herramientas para las funciones que fueron creadas.
  • Revisar que los muebles se encuentren sin puntas de clavo o astillas que puedan causar lesiones.
  • Mirar siempre al interior de los cajones antes de introducir las manos.
  • Transitar siempre con zapatos, nunca a pies descalzos o a oscuras.
  • Prohibir a niños y niñas de corta edad que utilicen cuchillos o utensilios cortantes.
  • Desechar latas de conservas abiertas con las tapas dobladas hacia adentro del envase.

Para el uso de cuchillos:

  • Elegir el más adecuado en base al tipo de alimento a cortar.
  • Utilizar de manera adecuada, poniendo siempre las manos en paralelo a la herramienta, nunca enfrentadas contra el filo.
  • Evitar utilizarlo apoyado contra el cuerpo y no bromear o jugar cuando los manipula
  • Guardar en lugares seguros y visibles, para saber dónde están cuando no se utilizan.

Para evitar caídas:

  • Caminar con cuidado en las áreas donde el suelo está húmedo por trapeado o encerado.
  • Procurar no correr en zonas de pisos muy lisos.
  • Mantener pisos limpios y secos, para evitar caídas por pisos húmedos o jabonosos.
  • Retirar salpicaduras de aceite en el piso.
  • Despejar e iluminar las vías de circulación.
  • Guardar los equipos de limpieza en orden y en un lugar determinado.
  • Evitar subir a sillas o asientos bajos para tratar de acceder a sitios altos.

En caso de hemorragias:

  • Observar e identificar el tipo de hemorragia:
    • Venosa: sangramiento continua y de color rojo oscuro.
    • Arterial: sangramiento a borbotones y de color rojo claro.
    • Capilar: sangramiento de forma pareja con pequeñas gotas
  • Acomodar a la persona afectada en posición horizontal.
  • Cubrir con un apósito o paño limpio la herida.
  • Comprimir usando las manos el punto de sangrado por 5 minutos.
  • Tratar de detener la hemorragia:
    • Venosa: levantar la pierna o brazo herido y ligar bajo la herida.
    • Arterial: Levantar la pierna o brazo herido y ligar sobre la herida.
    • Capilar: Lavar la zona con abundante agua, cubrir con apósito o paño limpio; comprimir por 5 minutos y aplicar un vendaje apretado.

En caso de contusión o golpe: 

  • Lavar la zona afectada.
  • Aplicar una compresa fría.

En caso de herida contusa por golpes (tablas, piedras, palos, etc.):

Presentan bordes irregulares y saneamientos leves que provocan hematomas y moretones.

  • Lavar con agua fría.
  • Retirar cuerpos extraños que no estén incrustados.
  • Aplicar antisépticos.
  • Cubrir con apósito o paño limpio.

Heridas erosionadas:

Pequeños arañazos superficiales producidos por objetos limpios.

  • Lavar la zona afectada
  • Aplicar apósito o paño limpio.

Heridas punzantes:

Producidas por objetos con punta (palillos, clavos, tijeras, etc.).

  • Lavar la herida con agua corriente y luego limpiar con agua oxigenada.
  • Aplicar povidona yodada en los bordes de la herida.
  • Cubrir con un apósito estéril o paño limpio.
  • Aplicar tela adhesiva o vendaje de contención.
  • Solicitar colocación de Vacuna Antitetánica en un Centro Asistencial, si es necesario.

Herida cortantes:

Producida por cuchillos, vidrios, latas, etc.

  • Lavar la herida con agua corriente y aplicar povidona yodada en sus bordes.
  • Contener hemorragias con apósito estéril o paño limpio presionando por 5 minutos.
  • Cubrir con apósito el anterior para no retirar el coágulo.
  • Acudir a un Centro Asistencial.

Fracturas o Quebraduras: 

Cerradas – Sin salidas de hueso

  • Calmar el dolor con un analgésico suave si la persona accidentada está consciente.

Abierta o Expuesta – Con salida de hueso

  • Lavar y colocar un apósito o paño limpio. El hueso no se debe tratar ni tocar.
  • Inmovilizar con tablillas si es en una extremidad, cuidando que éstas sobrepasen las articulaciones superiores e inferiores.
  • Trasladar en posición horizontal a la persona afectada a un Centro Asistencial.

Luxaciones (Zafaduras):

  • Causadas, generalmente, por movimientos fuertes que mueven o sacan el hueso de la articulación.
  • Calmar el dolor con analgésicos, si éste es muy fuerte.
  • Tratar como si fuera una fractura.
  • Aplicar apósito y vendaje.
  • Inmovilizar la parte lesionada con tablillas (tablas, diarios, revistas, etc.).
  • Trasladar a un Centro Asistencial.

Esguinces:

Desgarros que afectan a ligamentos y articulaciones. 

  • Calmar el dolor aplicando compresas frías, inmediatamente.
  • Aplicar vendaje para inmovilización.
  • Trasladar a un Centro Asistencial.